Steven Weber y Kenesha Antoine eran una pareja feliz recorriendo el mundo. Se estaban alojando en la habitación sumergida de un lujoso hotel flotante en isla Pemba, en el océano Índico, Tanzania. Aprovechando la hermosura del lugar, el momento mágico y lo idílico del escenario, él decidió hacer algo hermoso que le salió más costoso que cualquier viaje. Steven se lanzó al agua y pidió matrimonio a Kenesha, quien grabó un vídeo del momento.
La pareja había reservado cuatro noches en la espectacular habitación sumergida a unos 250 metros de la orilla. Cuesta US$1.700 por noche, el sitio tiene una estancia superior, que está por encima de la superficie y otra inferior sumergida a unos 10 metros de profundidad. Al tercer día de su estadía todo ocurrió. El plan del hombre parecía ser sencillo: tenía un anillo y una nota. Mira la reacción de la novia dando play al vídeo.
Impacto en el resort
Manta Resort, el lugar donde se estaban quedando, confirmó a la BBC que Weber "se ahogó trágicamente mientras practicaba buceo libre en el exterior de la habitación sumergida" Matthew Saus, CEO del resort, dice que "todos están conmocionados" por la mu*rte del hombre. Asegura que cuando llegaron al lugar "no pudieron hacer absolutamente nada".
La novia está profundamente destrozada e hizo una publicación en Facebook donde dice:
"Nunca llegó a escuchar la respuesta a la propuesta, que habría sido “sí, un millón de veces” (…) Nunca pudimos abrazarnos y celebrar el comienzo del resto de nuestras vidas juntos, ya que el mejor día de nuestras vidas se convirtió en el peor, en el giro más 9ruel del destino que se pueda imaginar (…) Trataré de consolarme con el hecho de que disfrutamos de las experiencias más increíbles estos últimos días que estaban en nuestra lista de cosas por hacer, y de que ambos estábamos tan felices en nuestros últimos momentos juntos".
Definitivamente, una de las mu3rtes más tristes.