En Canyon Village, dentro del Parque Nacional Yellowstone (EE. UU), Judy Lehmberg y un grupo de amigas fotógrafas encontraron un cuerpo de un alce abandonado. Se sentaron a esperar, curiosas de cuál sería el destino del cadáver. Lo que vieron los sorprendió, ya que un oso pardo hembra apareció de entre los árboles y comenzó a comer.
Lejos de quedar ahí, el escenario se puso interesante. Al poco tiempo, la osa tuvo que defender su cena de un lobo macho alfa. Lehmberg, el experimentado cazador, considera que el lobo acabó al alce: "Nadie parecía saber si el grisáceo había matado al alce o no. Lo más probable es que los lobos mataron al alce mientras que la osa se lo robó".
El lobo consiguió una parte de la presa, pero la osa tuvo que enfrentarse a otro rival, porque un Grizzly macho también participó. Mira el vídeo y entérate cómo quedó todo.
Osos pardos, los más agresivos del mundo vs un lobo feroz
El oso grizzly es una de las subespecies del oso pardo más grandes del planeta. Puede hallarse en las tierras altas del territorio norteamericano. Tienen un sistema digestivo de un mamífero carnívoro, aunque son omnívoros y los vegetales forman el 90% de su dieta. Cazan presas grandes, como caribú, reno, uapití o venado. También comen peces como trucha, salmón y róbalo.
Los osos pardos son considerados “osos problemas” ya que son de los más agresivos con los humanos. Hay varios motivos que lo explican, uno de ellos, es que las osas son demasiado protectoras con sus crías. En 2011 se produjo el fallecimiento de un excursionista en Yellowstone (EEUU) tras encontrarse desafortunadamente con una osa y sus crías...
No obstante, los humanos tenemos una relación más cercana con los congéneres de los lobos. Hace muchos años aprendimos a dominar a los perros pero los lobos tienen la fama de feroces y aterradores... ¿Es cierto? Una investigación del Instituto de Investigación Messerli asegura que los lobos son, de hecho, más tolerantes que los perros.
Curiosa combinación, ¿no te parece?