Muchas personas evitan hacer sus necesidades fisiológicas en los baños públicos por la cantidad de bacterias que aparentemente allí habitan. Sin embargo, cuando la naturaleza llama es difícil aguantarse, además de que resulta dañino para la salud. Por eso si eres de las que haces malabares en estos sitios para evitar infectarte continúa leyendo las siguientes líneas.
La periodista Melinda Wenner, se vio intrigada por esta cuestión de la abstinencia del uso de baños públicos por miedo a contraer una bacteria, y con la ayuda de especialistas, llegó a las estas conclusiones:
El cubículo más conveniente
Según una encuesta llevada a cabo por la Universidad de San Diego (California – EEUU), los baños que están ubicados en los cubículos de los extremos son los más limpios. La encuesta que data del año 1995, arrojó que donde se tenía que reponer la mayor cantidad de papel, era en los que estaban ubicados en el centro. Esto se debe a que las personas suelen usar más los baños que están hacia esa zona.
Claro está que siempre es recomendable dar un vistazo a todos los cubículos en general para ver cuál luce más limpio.
Apoyarse o no en el asiento
Aunque son pocas las personas que realmente se arriesgan a sentarse en los asientos de un baño público, según la ex presidenta de la Sociedad Americana de Microbiología, Abigail Salyers manifestó en una entrevista que reseña El Confidencial, que “nadie ha adquirido una enfermedad de trasmisión sexual en el asiento de un inodoro, a menos que la persona estuviera teniendo sexo en ese sitio”.
Eso quiere decir que para contagiarte con alguna enfermedad en un baño público, las bacterias tendrían que tener un contacto directo con tu tracto urinario a través de un corte o una llaga. Lo que si se recomiendas es que no te toques la cara mientras estás en el baño, para no pasar algún tipo de germen para tu boca o nariz.
La recomendación es limpiar el asiento con un poco de papel y alcohol si tienes que sentarte, o envolver la tapa con papel, pero sin tocar mucho el inodoro, de lo contrario las bacterias pueden pasar de tus manos a otro sitio.
Colocarse en cuclillas
Generalmente cuando vamos a orinar, nosotras las mujeres optamos por la posición de cuclillas, una un tanto incómoda, y si a eso le sumas tener en mano cartera y bolsas, la tarea se convierte en una locura. Pese a ello lo que queremos destacar en este punto es que los médicos refieren que esta no es la posición más adecuada, ya que se contrae el suelo pélvico y no solemos expulsar toda la orina. Esto puede aumentar las posibilidades de desarrollar posteriormente una infección en el tracto urinario.
Lavarse las manos
Pues sí, la solución está en tus manos. Eso lo decimos porque con tan solo lavar tus manos tras usar el baño te puedes proteger de muchas bacterias. Por si lo dudas, un estudio realizado en el año 2011 indicó que hay bacterias fecales, estreptococos y estafilococos en las puertas, palancas de baño y dispensadores de jabón. Por ello una vez que tengas las manos limpias es mejor usar alguna parte del cuerpo para empujar las puertas.
Otro punto a tener en cuenta con el lavado de las manos y la duración y distribución del jabón, no solo el dorso es importante, también hay que lavar entre los dedos, y por al menos unos 15 segundos.
Esas son las formas de prevenir el contagio de bacterias en un baño, aunque recuerda que hay otros sitios donde se acumulan las bacterias y a veces no tomamos previsiones, como las oficinas, los colegios o las tiendas.