Llamémoslo naturaleza o instinto, lo cierto es que el mono agresor que protagoniza esta historia quizás tuvo esa forma de actuar porque quería más comida o porque pensó que la niña, en este caso la víctima, se la iba a quitar.
Todo ocurrió en un zoológico de China, una pequeña niña acompañaba a su madre mientras esta alimentaba a un mono. El tiempo transcurre y el mono luce de lo más amigable tanto con la mujer como con la niña. Después de unos minutos, cuando aparentemente se le acaba la comida al mono, este ve a la niña y con su mano la golpea en la frente.
Lo que se puede apreciar en cámara lenta es a la niña cayendo de espaldas tras el manotazo. No sabemos si luego de este terrible episodio la pequeña les agarró fobia a los monos. Lo bueno fue que ese susto no pasó a mayores.
Otros casos de animales agresivos
Un oso polar en Alaska que atacó a una turista en un zoo
Aunque en este caso, ocurrido en 1994, la turista propició el ataque debido a su imprudencia, el oso estaba que no quería soltarla.
Una turista australiana de 29 años estaba visitando un zoológico en Estados Unidos y quiso tomar una foto un poco más cercana del espectacular oso polar que tenía a sus espaldas. Burlando la barrera de seguridad, la mujer se dispuso a hacer clic, cuando el oso la agarró con una de sus patas. Tras largo rato y entre jalones, otras personas logran zafar a la turista, y el oso, de nombre Binky, queda con solo un zapato en su boca.
Un perro mordelón suelto en China
En 2016, un perro agresivo y mordelón sembró el pánico en un poblado de China, atacando a una veintena de personas.
En el material audiovisual puede notarse como los transeúntes le huyen al perro, y es que a los que lograba alcanzar les encajaba sus colmillos sin piedad alguna. Según el canal chino CCTV, el can estuvo unas dos horas atacando a distintas personas hasta que las autoridades lograron neutralizarlo.
Cuidado con los elefantes y una estampida
Un veterinario retirado de nombre Thomas Stovall, fue atacado en 2013 por una estampida de elefantes en África.
Stovall estaba en un vehículo todo terreno sin techo, observando a los elefantes junto a unos turistas. A pesar de permanecer en completo silencio, uno de los elefantes se les acercó lleno de ira y golpeó la camioneta. Quizás sintió que su terreno estaba siendo invadido, el hecho fue que dejó su huella sobre la carrocería del vehículo.
Por ello la importancia de guardar distancia hacia los animales, además de actuar con cautela y respeto cuando se invade su espacio.
¿Y a ti cuál de estos casos te parece el más interesante?