Pedir comida o cualquier otra cosa que necesites con tan solo presionar una opción en una aplicación, es súper fácil. Cada vez crece más la demanda de pedidos a través de plataformas como “Glovo” o “Deliveroo” y por supuesto, empleos que son básicamente llevar el pedido de alguien. Las personas que hacen estos trabajos también han vivido experiencias tan descabelladas como incómodas. Veamos cuáles son:
1.- ¿Un rider para mandados?
Parece mentira pero sí, ha sucedido. Una anécdota publicada por Dragón digital cuenta que un rider de Zaragoza, España tuvo como pedido despertar a alguien para ir a una importante reunión de trabajo. Para este repartidor no sólo le tocó hacer esto, también le pidieron que fuera como socio a registrar a un recién nacido.
2.- Llegar durante un momento íntimo
Para nadie es un secreto esto, muchos repartidores han comentado que al entregar un pedido, encuentran al cliente en pleno acto íntimo Ciertamente no es culpa del rider, esta persona no sabe qué se encontrará al llegar a casa de quien hizo el pedido. Para estos trabajadores es muy común ver a una mujer con poca ropa. Incluso, han llegado a revelar que en el parque Goya hay un hombre conocido ya por ellos que les recibe con un piercing en su miembro.
Atento a este vídeo repleto de anécdotas:
3.- Conocer gente nueva
No todo puede llegar ser incómodo o descabellado, también hay repartidores que han vivido gratas experiencias como hacer amistades. Uno de estos trabajadores ha contado cómo conoció a quien hoy es un amigo: dijo que, al entregar un pedido, él y el cliente entablaron conversación hasta acabar intercambiando los números de teléfono.
4.- Pedidos sospechosos
Un repartidor comentó que no sintió buena vibra al entregar un pedido precintado porque llegó a pensar que contenía alguna sustancia ilícita. Su desconfianza surgió cuando le tocó llevarlo de una casa a otra.
¿Cuál de todas estas anécdotas te pareció interesante?