Los osos polares se hicieron famosos en el mundo por su tamaño. El oso polar y el oso Kodiak son los mamíferos más grandes de la tierra. Por su gran tamaño y color parecen osos de peluche a abrazar, pero no son exactamente eso. Suelen ser solitarios y no congeniar ni siquiera con su propia especie.
De hecho, lo más normal es verlos peleando entre sí, pero no por comida, sino por reproducirse. 5 especies de las 19 de los osos polares están en peligro de extinción. Las osas polares solo se aparan unas pocas veces al año, por lo que un macho debe pelear contra otros para poder reproducirse. Dos osos que decidan disputarse la atención de una hembra se observarán para medir fuerzas. Luego la lucha puede pasar a lo físico. Si quieres saber cómo suelen terminar las luchas de los osos polares para reproducirse, mira el vídeo.
¿Qué caracteriza a los osos polares?
Los osos polares viven en uno de los ambientes más fríos de la tierra. Por lo tanto, bajo pelo blanco tupido tiene un aislante del frío muy eficaz. Conserva una capa de piel negra que atrae y mantiene la radiación solar. De esa manera, es capaz de calentarse.
Son excelentes nadadores y cazadores, cuyo alimento primordial son las focas con las que comparten habitad. Las hembras de oso polar, cuando se reproducen, dan a luz en invierno. Es común que tengan gemelos. En edad adulta, pueden pesar 700 kilos y medir más de 2,5 metros. Pero, cuando son cachorros, viven con sus madres durante 28. De esta manera, aprenden a sobrevivir en el ártico. Las osas polares suelen ser muy agresivas cuando se trata de proteger a sus hijos, incluso de los osos machos, que son capaces de acabar a su descendencia.
¿Qué te parecen estos curiosos animales?