Cuando se tienen hijos dicen que la vida cambia por completo, más en el caso de las madres. Los pequeños se vuelven el centro del universo para toda la familia, especialmente para papá y mamá. Todo gira en torno a las necesidades del bebito, siempre procurando su mayor bienestar.
Una de las cosas que cambia es la valoración del tiempo, porque cuando se es padres se siente que el mismo pasa volando. Prácticamente todo se hace apurado, algunos dirían que en tiempo récord, comparados a como se hacía antes del gran acontecimiento del nacimiento.
Uno de los cambios más notorios es con las amistades. Te darás cuenta de que antes contabas con horas de sobra para armar tu producción de maquillaje, peinado y outfit para salir. Ahora estarás medio arreglada y de broma, ya que lo principal será acomodar y dejar hermoso a tu pequeño. Si aún está pequeñito, podrán conversar con calma mientras la bendición esté durmiendo, pero ya grandes, cuando comienzan a caminar y a correr, la tarea se vuelve un poco más complicada, ya que se requiere de supervisión.
De igual manera si cuentas con buenas amistades, ellas te van a entender y te darán el mayor apoyo, y si no, no te preocupes, también cuando se tienen niños se hacen amistades nuevas. En el siguiente vídeo puedes disfrutar de una parodia que contrasta la vida con y sin hijos.
Otras de las cosas con las que las familias bromean es con el cambio de vajilla. Con los hijos, las copas y platos elegantes quedan en el armario, para dar paso a biberones y luego los vasos con picos. Los cubiertos de plástico se vuelven los preferidos para darle de comer a los bebés, y en ocasiones los acaba usando el resto de la familia.
Las salidas nocturnas de los viernes también se modifican. Antes eran días para disfrutar con la pareja, viendo una película o en una cena romántica. Ahora se disfruta pero más si están en casa, descansando mientras el bebé duerme o cambiando pañales. Todo por la personita hermosa que les cambió el mundo.
Salir de compras o hacerlo online ya no será lo mismo. Mientras antes veías miles de estilos, blusas con distintos escotes, pantalones o zapatos, ahora sin darte cuenta te enfocarás en la ropa y juguetes para tu bebé. Lo que no se puede negar es que es una etapa encantadora en la que se aprende mucho de los hijos, y lo mejor es sacarle provecho y valorar cada segundo a su lado, ya que crecen tan rápido, que bien merece la pena dedicarles la mayor parte de tu tiempo.